Empezar con buen pie

Lo primero que tienes que saber es que: Puedes con todo, pero no con todo a la vez.

Y digo esto, porque llega septiembre y para muchos es el momento de empezar con nuevos proyectos y propósitos. Esos que se han generado durante las largas tardes de verano que parecían no terminar nunca. 

Seguro que ha habido un momento tumbado en una hamaca, cerca del mar, río o piscina en el que por tu mente han pasado cientos de hábitos a cambiar o a incluir y siempre te dices lo mismo, cuando pase el calor, cuando empiece septiembre, cuando…  Y después llega ese cuando y buf lo que cuesta. Porque cuesta y mucho. 

Voy a hablaros de algunos puntos que harán que tu vuelta a la rutina sea más amable. Hablo desde el punto de la escritura, pero pueden ser aplicados a cualquier hábito. Solo recuerda, las cosas de una en una no puedes retomar la escritura, iniciar 5 cursos, terminar ese proyecto para redes, todo el día 1, porque entonces el día 2 no estás ya para nada.

1.- El tiempo es finito.

Nadie tiene más de 24 h al día, aunque los lunes parece que tienen el doble. 

Busca el momento dentro de tu rutina para escribir. Pero sé sincera, de nada sirve que te propongas levantarte una hora antes si eres una persona que odia madrugar o que por las mañanas no es activa. Por supuesto, para encontrarlo seguramente debas reducir algo. Quizás lo tuyo si es madrugar y estar dándole a la tecla cuando todos duermen. Tal vez, tu hueco está en el descanso del medio día o en ese horario de jornada continua que te deja la tarde «libre» y le pongo comillas porque siempre hay mil cosas que hacer. Esto me lleva a otro punto.

2.- Prioriza

Así de sencillo. Muchas veces incluimos tareas en ese tiempo «libre» que podrían hacerse en otro momento en el que no dispongamos de esa calma que estamos buscando para escribir. Como dije antes, se sincera, si quieres que tu historia avance, priorízala.

3.- No te autosabotees.

Seguramente, cuando la rutina ya esté muy avanzada, allá por octubre o noviembre, empieza a hablarte un señoro impertinente al que llamamos: impostor. No lo escuches. Hablaré de él en otra entrada, pero te adelanto un pensamiento raíz que a mí me ha funcionado:

Impostor: Esto no le va a interesar a nadie.

Yo: A mí.

Y que sea cierto. Yo soy la primera que quiere saber la historia de mis personajes. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? Y es para mí, para la que escribo. Después lo que haga con ese borrador está por ver, primero el 1 y después el 2.

4.- Sé bondadosa

No pasa nada si un día o una semana o incluso un mes no has podido seguir el objetivo de sentarte a escribir. No hay que hacer las cosas perfectas desde el principio, solo hay que hacerlas y después existen las revisiones, correcciones y mil cosas más. 

Si hoy no has podido, intenta poder mañana o quizás se acerca un fin de semana sin planes. Sigue buscando ese momento y prioriza sin machacarte por no haberlo hecho. 

Para mí estos son los puntos que más problemas me daban cuando me propuse escribir y mostrar mis historias al mundo. ¿Y tú? ¿Qué punto es el que más te cuesta? ¿Añadirías alguno?  Te leo ☺️

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio